Tener la garantía de que nuestro hogar está eficazmente limpio y desinfectado no pasa, necesariamente, por dejarnos un dineral en la compra de productos. De hecho, esta nueva corriente en favor de la sostenibilidad y la conservación del medio ambiente que se está imponiendo en los últimos años, se inclina a recomendar que se usen ingredientes caseros para elaborar nuestros propios detergentes.
Si nos apetece apostar por esta vuelta a las fórmulas tradicionales, hay algunos productos que debemos asegurarnos de tener siempre en casa y a mano. Realmente, se trata de ingredientes comunes, sobre todo en nuestras cocinas, por lo que es difícil que se nos olviden.
Para empezar, uno de nuestros mejores aliados es el vinagre blanco, el de toda la vida, que es un verdadero multiusos. Su eficacia está demostrada como desengrasante, desinfectante y antiséptico. Además, sirve para eliminar malos olores y como antiparasitario. Como ves, una verdadera joya y, encima, a un precio verdaderamente barato.
Tampoco podemos olvidarnos de tener siempre a mano un puñado de sal. Se puede usar para eliminar manchas y olores. Pero, además, es un excelente decapante y un buen fijador para los colores de los tejidos. Otra de sus propiedades más apreciadas tiene que ver con su capacidad de absorción del agua.
Y, en esta lista de imprescindibles no puede faltar el bicarbonato de sodio (neutralizante de ácidos y abrasivo suave), el zumo de limón (antimanchas y decolorante) o el agua oxigenada (como blanqueador, desodorante y desinfectante). Otros productos recomendables son el carbonato y percarbonato de sodio.