Sitios que ver y visitar en Taxco, mejores joyas de plata en México

Entre los lugares a visitar en los alrededores de la Ciudad de México, uno de los más atractivos e interesantes es Taxco.

Se encuentra a unos 175 kilómetros de distancia de la capital, por lo que es uno de los destinos favoritos de sus habitantes para una escapada de fin de semana.

Taxco está en la ruta hacia Acapulco, por lo que es también una buena parada en caso de que vayas a visitar esta ciudad famosa por sus playas en la costa del océano Pacífico.

Al llegar a Taxco sorprende su ubicación, en una loma muy empinada, y el gran desnivel que existe entre la parte superior y la inferior de la ciudad.

Todo esto avisa de las cuestas que te vas a encontrar al caminar por sus calles.

Historia de Taxco

El origen de Taxco y su riqueza monumental se deben, al igual que en otras ciudades mexicanas como Guanajuato y Zacatecas, a la existencia de minas de plata en las cercanías.

Taxco puede incluirse, por tanto, en la Ruta de la Plata que incluye algunas de las ciudades más hermosas que tuvieron su auge en la época virreinal.

La iglesia de Santa Prisca (la más importante de la ciudad) y sus alrededores están incluidos desde 2001 en la lista tentativa del Patrimonio Mundial de la Unesco, por lo que es razonable pensar que conseguirá ese reconocimiento en un futuro cercano.

El auge de Taxco está muy relacionado con la plata, pero es una historia muy peculiar que se desarrolla en tres etapas muy diferentes.

Se puede decir que las minas de Taxco fueron las primeras en ser explotadas en Norteamérica.

En 1531 se construyeron las primeras instalaciones, pero al cabo de pocos años el filón se agotó, y el lugar prácticamente quedó abandonado.

La etapa de verdadero esplendor llegó dos siglos después, en 1743, y está muy relacionada con el personaje fundamental de la historia de la ciudad: José de la Borda.

Se cuenta que descubrió una veta riquísima por accidente, y que su experiencia como minero le llevó a introducir mejoras técnicas muy importantes en el proceso.

También fue propietario de minas en Zacatecas, por lo que se convirtió en el hombre más rico de Nueva España.

Con el tiempo esos filones se acabaron y Taxco se convirtió en una ciudad detenida en el tiempo.

La tercera etapa de la historia de Taxco empezó en 1929 con la llegada de William (a quien todo el mundo llama Guillermo) Spratling, quien abrió un taller para crear joyas en plata con diseños inspirados en motivos prehispánicos.

Sus aprendices establecieron a su vez talleres propios, y por eso en la actualidad Taxco es uno de los mejores lugares de México para comprar joyas de plata, tanto por la calidad de los trabajos, como por la belleza de los diseños.

Qué ver y hacer en Taxco

Uno de los placeres de Taxco es pasear sin rumbo por las callejuelas que se abren en los alrededores de la iglesia de Santa Prisca, encontrándose continuamente con casonas espléndidas y rincones pintorescos.

Hay que tener bien presente que la ciudad se encuentra en una ladera muy pronunciada, por lo que muchas de las calles, que son adoquinadas, están en cuesta; un calzado fuerte y cómodo es el elemento fundamental para una visita de Taxco.

Iglesia de Santa Prisca en plaza Borda de Taxco

Es muy probable que cualquier recorrido por Taxco comience en el Zócalo, también conocido como plaza Borda, donde se alza majestuosamente el templo de Santa Prisca.

Lo primero que llama la atención de la iglesia es la altura de las torres, impresión que se refuerza por la relativa estrechez de su única nave.

Se dice que es tan estrecha por la pendiente del terreno y por tanto no había sitio para levantar una iglesia de mayores dimensiones.

Este templo fue un regalo de José de Borda a la ciudad como agradecimiento a Dios por la prosperidad de sus minas, por lo que en realidad es un homenaje a su celo religioso.

Para ello contrató a los mejores artistas y arquitectos, que concluyeron el trabajo en apenas siete años.

Pero es tal la riqueza del conjunto, que casi supuso la ruina del magnate.

La iglesia de Santa Prisca está construida en piedra rosada que brilla magníficamente a la luz del día.

Gran parte de su belleza se debe a la unidad que consiguen todos los elementos a pesar de su diversidad, ya sean los altares churriguerescos, los muebles, las esculturas, las pinturas y la propia piedra.

Uno de los detalles más hermosos es el fabuloso relieve que ocupa la fachada y representa el bautismo de Jesucristo.

No es exagerado decir que se trata de una de las obras de arte barrocas más importantes del mundo.

Además de la plaza Borda que se encuentra frente a la iglesia, hay una serie de plazas en los alrededores a través de las cuales se articula el entramado de la ciudad.

Casa Borda en Taxco

En la época que Santa Prisca se construyó la mayor parte de los edificios relevantes de la ciudad.

Uno de los más destacados es la Casa Borda, que ahora funciona como centro cultural.

Un detalle curioso es cómo se adapta al terreno, pues la calle que sale del Zócalo, al que se asoma su fachada principal, emprende un descenso muy pronunciado, y por eso la parte trasera del edificio tiene cuatro pisos más que la delantera.

Museo de Arte Virreinal en Taxco

Otro edificio importante es la Casa Humboldt, llamada así porque el naturalista alemán pasó una noche en ella.

Ahora es la sede del Museo de Arte Virreinal que guarda algunas obras que habían permanecido ocultas en los sótanos de la iglesia.

Museo Guillermo Spratling en Taxco

Para entender la historia de Taxco hay que visitar también el Museo Guillermo Spratling, el cual guarda la colección de arte prehispánico y una muestra de los diseños de joyas del propio orfebre.

Ex-convento de San Bernardino de Siena en Taxco

Aunque empalidece al compararse con Santa Prisca, es interesante acercarse al ex-convento de San Bernardino de Siena, probablemente el más antiguo de Taxco.

En la parte trasera destaca un conjunto escultórico de tres figuras dedicadas al encruzado, al penitente y al ánima, personajes fundamentales de la Semana Santa taxqueña.

Desde la zona del antiguo convento se tiene una buena vista del conjunto de Santa Prisca y se aprecia el contraste entre las torres completamente cubiertas de relieves y el resto del templo, mucho más sencillo.

En cualquier caso, uno de los atractivos fundamentales de Taxco es caminar por sus calles y observar el ambiente, lleno de vendedores de comida y artesanías, además de las sorpresas de encontrar plazuelas o rincones curiosos.

Una de las características de Taxco es la gran abundancia de taxis, que suelen ser viejos modelos del Escarabajo de Volkswagen, vehiculos pequeños que se adaptan muy bien a las estrechas callejuelas en cuesta.

La circulación en la mayoría de las calles es de un solo sentido, pero en algunas es de dos, y es curioso ver como se cruzan los coches en las curvas en cuesta donde, apenas hay visibilidad.

Mirador de Cristo Monumental en Taxco

El desarrollo urbano de Taxco hace que existan numerosos miradores sobre la ciudad y los alrededores.

Para tener una buena vista del conjunto, una opción es utilizar el teleférico que sale de la ex-Hacienda del Chorrillo y llega hasta el hotel Monte Taxco.

Esta antigua hacienda es uno de los edificios más antiguos de la ciudad, ya que se utilizó durante la explotación minera del siglo XVI.

Sin embargo, el mejor mirador de Taxco que conocemos es el del Cristo Monumental, que se encuentra en el cerro de Atache.

Para llegar hasta allí, hay minibuses, aunque lo más práctico es tomar un taxi.

Desde el mirador se domina toda la ciudad, con el templo de Santa Prisca dominando el conjunto.

Cuando el alumbrado público se enciende al atardecer, todo Taxco brilla, y casi se diría que no es una montaña de plata, sino de oro.

Cómo llegar a Taxco

Taxco se encuentra a 180 kilómetros al sur de Ciudad de México, donde llegas en coche en unas dos horas y media.

 

Fuente: https://guias-viajar.com/mexico/taxco-que-ver-visitar/